lunes, 14 de abril de 2008

Vamos a firmar una tregua, tu y yo.
Ya que se acerca el tímido ocaso...
antes de que me estalle la primavera
y el romanticismo me inunde las venas.

No creas que no se lo que quiero.
No creas que ha pasado mi invierno.
No creas que es que te entiendo.
Aún, tus altos designios no tolero.

Vamos a firmar una tregua, tu y yo.
Ya que parece seguimos un mismo camino...
antes de que tropiece en cualquier piedra
y vuelva a caer de bruces sobre la arena.

No creas que no sigo en mi empeño.
No creas que he dejado el duelo.
No creas que te he perdonado.
Aunque ahora camine a tu lado.

Vamos a firmar una tregua, tu y yo
Intentaré sentarme tranquila a tu diestra...
pero no te empeñes en atarme la izquierda
ni en ralentizar mis alas mientras aún vuelan.

Vamos a firmar una tregua
por hablar tu y yo que no quede
afila tu todopoderosa lengua...
pero no me aprietes mucho las tuercas.
Te escucho Dios mio... ¡Pero recuerda!
¡Estamos en tregua!